Para quienes me siguen, ya saben que la lengua figura en mis platos favoritos y que era la receta preferida para la celebración de mis cumpleaños! Aunque la dinámica siempre fue en salsa de tomate, también ya he venido a prepararla y disfrutarla encebollada y en vinagreta. Sabores y presentaciones diferentes pero que mantienen la esencia de su sabor.
Otra opción para disfrutarla es en salsa blanca, que figura en varios menús de restaurantes, pero que prepararla en casa no lleva mayor trabajo y el resultado es muy bueno. Como siempre por tratarse de una carne diferente, deberá lavarse muy bien, pasar sal y frotar un limón partido a la lengua cruda, lavar nuevamente y poner a cocina de preferencia en olla de presión, con solo agua y 2 dientes de ajo, por 30 minutos contados a partir del sonido de la válvula. Sacar y eliminar el pellejo o membrana blanca que se la cubre y desechar el líquido.
Partir en tajadas delgadas y volver a poner a cocinar en agua con hierbas y especias por 20 minutos más en olla de presión a que esté bien suave. De hacerse en olla convencional, los tiempos de cocimiento serán de 1 hora en cada tiempo. Reservamos.
Para la salsa blanca (bechamel) se pone en una olla a fuego medio, 1 cucharada de aceite y 2 de mantequilla, se añade 1 cebolla partida en tiras delgada (juliana) y dejar cristalizar, se agregan 3 cucharadas de harina de trigo a espesar y de inmediato se añade 1 taza de crema dulce y otra de leche evaporada. Se sazona con punto de sal y condimento al gusto, ½ taza de queso blanco rallado y ½ taza de natilla (crema ácida – sour cream).
Llevamos esta mezcla hasta el primer hervor y se agrega un ramo de hojas de espinaca partidas en tiras gruesas, dejar apenas marchitar sin que se cocine mucho y estará lista la salsa. Si le gusta la consistencia más líquida, puede añadir 1 taza de caldo donde se cocinó la lengua.
Una primera opción, sería incorporar en la olla con la salsa las tajadas de lengua y dejar apenas unos minutos a tomar sabores, con el fuego al mínimo; sino, servir en un plato hojas de espinaca (o una cama de arroz), las tajadas de lengua y cubrir con la salsa blanca.
Es una presentación y combinación de sabores muy interesante, por lo que invito a quienes disfrutan de este ingrediente, disfrutar de esta receta.